Ben Nedas
Director Comercial
La vitamina D en la salud equina: Una mirada más cercana
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Introducción
Los cuidados ecuestres británicos, con su énfasis en la manta y la estabulación, a veces dejan de lado componentes cruciales de la salud equina. Uno de ellos es la vitamina D, también conocida como la "vitamina del sol". Tanto si se practica el salto de obstáculos de competición, la doma clásica o la equitación de recreo, es fundamental conocer los fundamentos científicos de la vitamina D para gozar de una salud equina óptima.
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El papel de la vitamina D
- Integridad ósea: La vitamina D es esencial para la absorción del calcio y el fósforo en el intestino. Estos minerales son vitales para la formación y el mantenimiento de huesos fuertes. En su ausencia, los caballos pueden ver comprometida su resistencia ósea y aumentar el riesgo de fracturas.
- Función muscular: Más allá de su papel en la salud ósea, las nuevas investigaciones apuntan a la importancia de la vitamina D en la función muscular. La vitamina podría desempeñar un papel en la prevención de la debilidad muscular, un tema que está ganando terreno en la comunidad científica equina.
- Apoyo al sistema inmunitario: Los estudios actuales indican que la vitamina D puede mejorar el sistema inmunitario, ofreciendo potencialmente protección contra ciertas infecciones y algunos trastornos autoinmunitarios.
- Salud intestinal: La vitamina D también desempeña un papel en el mantenimiento de la salud intestinal. Interviene en la conservación de la salud del revestimiento intestinal y podría influir en el equilibrio del microbioma intestinal, un aspecto esencial de la salud digestiva.
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Fuentes de vitamina D
La luz solar directa sigue siendo la principal fuente de vitamina D para los caballos. Los rayos ultravioleta B (UVB) del sol facilitan la producción natural de vitamina D. Aunque algunos piensos enriquecidos contienen vitamina D, es posible que no aporten la cantidad suficiente para cubrir todas las necesidades del caballo.
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Equilibrio entre el sol y el tiempo estable
Aunque la estabulación es habitual, especialmente en condiciones meteorológicas adversas, el confinamiento prolongado puede reducir la exposición a la luz solar. Esta falta de exposición, combinada con el posible uso de alfombras, puede provocar deficiencias de vitamina D, que se manifiestan en afecciones como el raquitismo en caballos jóvenes y la osteomalacia en adultos.
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Riesgos del exceso de suplementos
Aunque las carencias son preocupantes, también lo es el riesgo de un exceso de vitamina D, sobre todo si se obtiene a partir de suplementos. Unos niveles elevados pueden provocar la calcificación de los tejidos blandos y otros problemas óseos. Se aconseja un enfoque equilibrado, basado en las últimas investigaciones.
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Conclusión
Para quienes se dedican a la equitación, es esencial estar al día de los últimos descubrimientos científicos, sobre todo en lo que respecta a la salud y el bienestar de los caballos. Es fundamental garantizar que los caballos tengan una exposición adecuada a la luz solar y una dieta equilibrada. Y en caso de duda sobre los niveles de vitamina D o cualquier otro problema de salud, lo mejor es consultar a un veterinario o a un nutricionista equino.
