El reto de la deshidratación tras un húmedo verano británico

01


Introducción

El clima británico es impredecible. Tras un verano notablemente húmedo, en el que los jinetes tuvieron que hacer frente a los retos que planteaban los pastos abundantes y ricos, la repentina ola de calor de septiembre plantea otro problema: la deshidratación. La rápida transición de la humedad a la sequedad, del frío al calor, afecta especialmente al sistema digestivo del caballo.

02


De anegados a privados de agua

  • Consumo excesivo de hierba exuberante: Un verano húmedo significa que los pastos crecen. Los caballos pueden consumir agua indirectamente a través de esta hierba exuberante. Cuando el tiempo se vuelve caluroso, el contenido de humedad de la hierba puede caer repentinamente, por lo que es esencial que los caballos encuentren su hidratación en otro lugar.


  • Falsa seguridad: Con el agua tan presente durante los meses húmedos, tanto el caballo como el propietario pueden caer en la complacencia. Los caballos pueden acostumbrarse a extraer de la hierba húmeda una cantidad significativa de su ingesta diaria de agua, lo que significa que cuando llega el calor, es posible que instintivamente no beban tanto como deberían.

02


Efectos de la deshidratación en la digestión

  • Eficacia digestiva: El agua es fundamental para descomponer los alimentos, ayudar a la absorción de nutrientes y facilitar el movimiento de los alimentos a lo largo del tracto digestivo. Un contenido reducido de agua, debido a la deshidratación, puede perjudicar estas funciones [1].


  • Motilidad intestinal: Como ya se ha mencionado, la pérdida de electrolitos a través del sudor, en particular de sodio, potasio y cloruro, puede influir en las contracciones rítmicas de los intestinos, afectando al movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo [2].


  • Digestibilidad del forraje seco: El calor repentino puede secar los pastos antes exuberantes, haciendo que la hierba sea más fibrosa y difícil de digerir. Sin una ingesta adecuada de agua, esto puede agravar el riesgo de bloqueos digestivos.

EL MÉTODO EXCLUSIVO DE UNA PROPIETARIA PARA ANIMAR A SU CABALLO A BEBER


"Un consejo para animar a beber fuera de casa: SpeediBeet con mucha agua y un poco de EquiNectar.

Haría cualquier cosa por un poco de EquiNectar, así que añadí un poco a un poco de remolacha para ver qué le parecía - ¡un gran éxito!

No suele aceptar nada cuando sale, así que me alegro de haber encontrado algo que le gusta, aunque esté por todo el aparcamiento.

Otro día, en casa, probamos un chorrito de EquiNectar en medio cubo de agua y, como puedes ver, le encantó".

Clare, propietaria de un caballo

del grupo Feeding Horses with Ulcers en Facebook

03


Cómo contrarrestar los riesgos

  • Acceso constante a agua fresca: Con el repentino cambio de tiempo, es crucial garantizar que los caballos tengan acceso a agua limpia y fresca [3]. Supervisar y posiblemente aumentar el suministro de agua puede fomentar que beban más.


  • Equilibrio electrolítico: Considere añadir electrolitos si los caballos sudan más de lo habitual, para ayudar a reponer las sales perdidas y mantener la motilidad intestinal.


  • Concienciación: Al igual que los jinetes ajustaron sus rutinas durante los meses húmedos, es esencial estar alerta ahora. Revise regularmente a los caballos para detectar signos de deshidratación, como orina oscura, encías secas y menor elasticidad de la piel.


En resumen, aunque el clima errático del Reino Unido puede obligar a los propietarios de caballos a adaptar sus rutinas de cuidados, el conocimiento de los riesgos y una gestión proactiva pueden garantizar que ni siquiera las olas de calor repentinas pongan en peligro la salud y la digestión de los equinos.

Referencias

[1]: Asociación Americana de Médicos Equinos. "Cólico: Cómo minimizar su incidencia e impacto en su caballo".

[2]: Consejo Nacional de Investigación. "Agua y electrolitos". En Nutrient Requirements of Horses: Sexta Edición Revisada.

[3]: Extensión de la Universidad de Minnesota. "Cólicos en su caballo"