Los retos del pastoreo otoñal

Peligros en los fríos pastos de otoño

A medida que bajan las temperaturas, el metabolismo de las plantas se altera significativamente, lo que aumenta el almacenamiento de azúcar y plantea riesgos para determinados caballos.


Durante el pastoreo otoñal, debe prestarse especial atención a los caballos propensos a la laminitis o que sufren desregulación de la insulina. Además, debido a los cambios en la dieta y la composición de la hierba, este periodo aumenta el riesgo de problemas digestivos como cólicos y acidosis.


Comprender el metabolismo de las plantas y los problemas digestivos

Con la llegada del frío británico, la composición de las gramíneas y leguminosas de los pastos cambia. La principal preocupación son los elevados niveles de carbohidratos no estructurales (CNE) en la hierba. Esto significa que cada bocado de hierba consumido durante el otoño contiene un mayor porcentaje de NSC, lo que puede resultar especialmente difícil para los caballos con problemas metabólicos. Además, los cambios bruscos de dieta y el rico contenido en azúcares de la hierba pueden precipitar cólicos, un doloroso trastorno digestivo. La acidosis está causada por un desequilibrio en el proceso de fermentación del intestino posterior del caballo. Un exceso de NSC también puede provocar acidosis, que puede causar dolor e incluso laminitis.


Tipos específicos de césped y sus riesgos

Se aconseja mantener a los caballos alejados de los pastos durante aproximadamente una semana tras una helada severa, que suele poner fin a la temporada de crecimiento y reduce el valor nutritivo de la planta. Las distintas especies de hierba se degradan a ritmos diferentes. Por ejemplo, las leguminosas como la alfalfa pierden valor nutritivo más rápidamente que las gramíneas debido a la caída de las hojas. Determinados tipos de hierba, como el ray-grass, pueden ser especialmente ricos en NSC, lo que exige una gestión cuidadosa en otoño. Los tipos modernos de festuca, como la festuca alta y la festuca roja rastrera, suelen cultivarse para prolongar la temporada de pastoreo del ganado. Permanecen verdes a temperaturas más bajas, lo que puede ser peligroso para los caballos con laminitis y problemas digestivos.


Hojas marchitas: Otra fuente de preocupación

Las hojas caídas en los pastos son un factor de riesgo adicional. Las hojas tóxicas, como las del arce rojo (acer rubrum), común en el Reino Unido, pueden ser letales para los caballos incluso en pequeñas cantidades. Cuando la calidad de los pastos disminuye, los caballos pueden recurrir a las hojas marchitas por hambre. Por ello, es crucial suministrar heno suplementario y vigilar las especies arbóreas en las zonas de pastoreo y sus alrededores.


Evaluación de los factores de riesgo otoñales

El aumento de los casos de laminitis durante el otoño no se debe únicamente a los pastos cargados de azúcar. La glándula pituitaria produce más hormona adrenocorticotrópica (ACTH) durante esta época del año, lo que puede hacer que todos los caballos sean más resistentes a la insulina. Esto es especialmente cierto para los caballos con PPID (disfunción de la pars intermedia hipofisaria) o síndrome metabólico equino. Los caballos con sobrepeso, con antecedentes de laminitis, resistentes a la insulina, pertenecientes a razas propensas al aumento de peso o con depósitos de grasa anormales requieren una vigilancia especial.


¿Podría EquiNectar ser útil para su caballo este otoño?

EquiNectar, un suplemento de enzimas digestivas, puede ser especialmente beneficioso durante los meses de otoño, un periodo en el que los caballos están expuestos a mayores niveles de carbohidratos no estructurales (CNE) en hierbas como el ray-grass. Este aumento de NSC puede causar problemas digestivos como cólicos y acidosis. EquiNectar se fabrica para ayudar a digerir mejor los alimentos en el intestino delgado aprovechando las enzimas naturales que se encuentran en la cebada germinada. Este proceso de digestión mejorado puede ayudar a mitigar el riesgo de trastornos digestivos derivados de cambios repentinos en la dieta o de una ingesta elevada de azúcares, frecuentes en los pastos de otoño.


Si su caballo padece problemas metabólicos, le aconsejamos que se ponga en contacto con su veterinario antes de utilizar cualquier pienso o suplemento nuevo.