Necesidades nutricionales del caballo: Guía completa

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Introducción

Una nutrición adecuada es vital para la salud y el bienestar de los caballos, ya que influye en su crecimiento, rendimiento y calidad de vida en general. Como todos los animales, los caballos tienen necesidades nutricionales específicas que varían en función de su edad, nivel de actividad, raza y estado de salud. Alimentar a los caballos con la dieta adecuada requiere conocer estas necesidades y ofrecerles una dieta bien equilibrada para satisfacerlas. En este blog exploraremos los componentes básicos de la dieta de un caballo, como la energía, las proteínas, las vitaminas, los minerales, el agua y la fibra. También consideraremos los factores que influyen en las necesidades nutricionales de los caballos y ofreceremos las mejores prácticas para la gestión de la alimentación.

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Los componentes nutricionales básicos

Energía

La energía es quizá el factor más crítico en la dieta de un caballo. La energía en sí no es un nutriente, pero es necesaria para el mantenimiento del caballo: movimiento, respiración, mantenimiento de la condición corporal, digestión, circulación sanguínea y muchas otras funciones corporales (3). Los caballos necesitan energía para mantener las funciones metabólicas básicas, conservar la condición corporal y realizar actividades como caminar, correr y trabajar. La energía de los caballos procede principalmente de los hidratos de carbono y las grasas, que se metabolizan para alimentar las funciones corporales (3).


Hidratos de carbono de la dieta de un caballo proceden principalmente de forrajes como el heno y los pastos, así como de cereales como la avena, la cebada y el maíz. Estos carbohidratos pueden clasificarse en dos tipos: estructurales y no estructurales (3). Según Zynda et al. (2022), los carbohidratos estructurales, que se encuentran en el heno y la hierba, consisten principalmente en celulosa, que es descompuesta por los microbios del intestino posterior del caballo (3). Los hidratos de carbono no estructurales, como los azúcares y almidones de los cereales, se digieren más rápidamente y proporcionan energía rápida (3). Hay que tener cuidado con los cereales, ya que una ingesta excesiva de almidón puede provocar problemas como cólicos y laminitis.


Grasas son otra importante fuente de energía para los caballos, sobre todo para los que tienen una alta demanda energética. Las grasas proporcionan más del doble (aproximadamente 2,25 veces) de energía por gramo en comparación con los carbohidratos, lo que las convierte en una valiosa adición a las dietas de los caballos de alto rendimiento (3). Las fuentes de grasas pueden incluir aceites vegetales o suplementos de grasas comerciales. A diferencia de los carbohidratos, las grasas no conllevan el riesgo de trastornos digestivos cuando se administran con moderación.



Proteína 

Las proteínas son esenciales para el crecimiento, la reparación y el mantenimiento de los tejidos, incluidos los músculos, la piel, el pelo y los cascos (4). Los caballos también dependen de las proteínas para producir enzimas y hormonas que regulan las funciones corporales. Las proteínas se componen de aminoácidos, algunos de los cuales son esenciales y deben obtenerse a través de la dieta, ya que el organismo del caballo no puede sintetizarlos.


Entre las fuentes de proteínas de calidad figuran los forrajes de leguminosas como la alfalfa y la soja, y los piensos preparados comercialmente que contienen niveles adecuados de aminoácidos como la lisina, que suele ser el primer aminoácido limitante en las dietas para caballos. Los caballos jóvenes, las yeguas gestantes o lactantes y los caballos que realizan un trabajo extenuante tienen mayores necesidades de proteínas. Aunque las proteínas son cruciales, un exceso de proteínas puede provocar un estrés innecesario en los riñones y aumentar las necesidades de agua, por lo que es importante garantizar una ingesta equilibrada.


Los indicadores de deficiencia de proteínas incluyen un pelaje opaco o áspero, pérdida de peso y disminución del crecimiento, la producción de leche y el rendimiento general (4).



Vitaminas  

Las vitaminas son compuestos orgánicos que desempeñan papeles vitales en muchos procesos fisiológicos. Según Kentucky Equine Research (2011), los caballos necesitan tanto vitaminas liposolubles (A, D, E y K) como hidrosolubles (complejo B y C) (5). 


La vitamina A es importante para la visión, la reproducción y la función inmunitaria. Los caballos suelen obtener suficiente vitamina A del forraje fresco, pero el heno almacenado pierde su contenido vitamínico con el tiempo, por lo que puede ser necesario administrar suplementos durante los meses de invierno.

La vitamina D es esencial para la regulación del calcio y la salud ósea. Los caballos sintetizan la vitamina D a partir de la luz solar, pero los que viven en interiores o en regiones con luz solar limitada pueden necesitar suplementos.

La vitamina E: Actúa como antioxidante, protegiendo las células del daño oxidativo. También es importante para la salud muscular y la función inmunitaria. La vitamina E suele estar presente en los pastos frescos, pero, al igual que la vitamina A, sus niveles disminuyen en los piensos almacenados.

La vitamina K Es necesaria para la coagulación de la sangre y suele abundar en los forrajes verdes y ser producida por los microbios intestinales.


Las vitaminas del complejo B intervienen en el metabolismo energético y la producción de glóbulos rojos. En general, las sintetizan las bacterias del intestino del caballo, pero los caballos con mala salud intestinal pueden necesitar suplementos. La vitamina C se sintetiza en el hígado y, en condiciones normales, los caballos no necesitan vitamina C en la dieta.



Minerales

Los minerales se dividen en dos categorías: macrominerales y microminerales, ambos esenciales para la salud del caballo (6).


Los macrominerales, como el calcio, el fósforo, el magnesio, el sodio, el potasio, el cloruro y el azufre, se necesitan en mayores cantidades (6). El calcio y el fósforo son especialmente importantes para la salud ósea, con una proporción ideal entre calcio y fósforo de 2:1 aproximadamente. El magnesio interviene en la función muscular, y el sodio, el potasio y el cloruro mantienen el equilibrio de los fluidos y la función nerviosa. Un lengüetazo de sal o un suplemento de electrolitos pueden ayudar a garantizar una ingesta adecuada de estos minerales, sobre todo en caballos que sudan mucho.

   

MicromineralesLos microminerales, como el cobre, el zinc, el selenio y el hierro, se necesitan en cantidades mínimas, pero son fundamentales para numerosas funciones corporales (6). Por ejemplo, el selenio actúa como antioxidante junto con la vitamina E, y el zinc contribuye a la salud de la piel y los cascos. Los caballos que pastan en suelos deficientes en selenio pueden necesitar suplementos, ya que la insuficiencia de selenio puede provocar trastornos musculares.



Agua  

Podría decirse que el agua es el nutriente más importante para los caballos. Un caballo medio necesita entre 25 y 55 litros de agua al día (o 5 litros de agua por cada 100 kg de peso corporal), pero esta cantidad puede variar en función de la temperatura, la carga de trabajo y los factores dietéticos. Los caballos que consumen alimentos secos, como el heno, necesitan más agua que los que comen pastos frescos (7). La deshidratación puede provocar graves problemas de salud, como cólicos e impactación, por lo que es esencial que los caballos tengan acceso a agua limpia y fresca en todo momento (1).



Fibra

La fibra es un componente clave de la dieta equina, ya que los caballos son herbívoros naturales con sistemas digestivos diseñados para procesar material vegetal fibroso (1). Forrajes como la hierba, el heno y el forraje de heno proporcionan la mayor parte de la ingesta de fibra de un caballo. La fibra es fermentada por los microbios del intestino grueso del caballo, produciendo ácidos grasos volátiles que constituyen una importante fuente de energía.


El forraje es una fuente vital de fibra y nutrientes clave, pero su composición nutricional, incluido el contenido en azúcares, puede variar (1). Para asegurarse de que su caballo recibe los nutrientes adecuados, puede enviar una muestra de forraje a una empresa de piensos para que la analicen. Pueden ofrecerle información sobre los resultados, lo que es especialmente importante si su caballo tiene sobrepeso, padece el síndrome metabólico equino (SME) o es propenso a la laminitis. En estos casos, suele ser más seguro utilizar forraje con menos de un 10-12% de azúcar y almidón (1).


Una dieta rica en fibra ayuda a mantener la salud intestinal, prevenir los cólicos y fomentar comportamientos alimentarios naturales. Se recomienda que los caballos consuman diariamente al menos entre el 1,5% y el 2% de su peso corporal en forraje (2). Una alimentación con muy poca fibra puede provocar trastornos digestivos, problemas de comportamiento y pérdida de peso.

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Factores que influyen en las necesidades nutricionales

Las necesidades nutricionales de los caballos no son estáticas; varían en función de varios factores (8):


  • Edad

Los potros, los caballos en crecimiento y los caballos mayores tienen necesidades nutricionales distintas. Los caballos jóvenes necesitan niveles más altos de proteínas, vitaminas y minerales para favorecer el crecimiento, mientras que los caballos mayores pueden necesitar ajustes en la dieta para adaptarse a los cambios en el metabolismo y la salud dental.


  • Nivel de actividad

Los caballos que realizan trabajos ligeros, como la equitación de recreo, tienen menos necesidades energéticas y proteínicas que los caballos de rendimiento que participan en carreras, concursos o carreras de resistencia. Los caballos de alto rendimiento necesitan más energía concentrada, que puede suministrarse mediante grasas e hidratos de carbono, así como electrolitos adicionales para reponer los que se pierden con el sudor.


  • Estado reproductivo

Las yeguas gestantes y lactantes tienen mayores necesidades nutricionales, especialmente de proteínas, energía y calcio. Estas necesidades son mayores al final de la gestación y al principio de la lactancia, ya que la yegua debe mantener tanto su propia condición corporal como el crecimiento del potro.


  • Salud

Los caballos con determinados problemas de salud, como trastornos metabólicos, úlceras gástricas o problemas dentales, pueden necesitar dietas especiales. Por ejemplo, los caballos con resistencia a la insulina pueden necesitar una dieta baja en azúcar y rica en fibra, mientras que los propensos a las úlceras gástricas se benefician de comidas frecuentes y pequeñas de forraje fibroso para amortiguar el ácido estomacal.

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Necesidades energéticas diarias de los caballos

Las necesidades energéticas diarias de un caballo varían en función de factores como la edad, el peso, el nivel de actividad y el estado general de salud. La energía suele medirse en megajulios (MJ) de energía digerible (ED), y es esencial ajustar la ingesta del caballo a su gasto energético para evitar problemas como la obesidad o la desnutrición. A continuación, desglosamos las necesidades energéticas estimadas en función de los distintos niveles de actividad, desde los caballos de mantenimiento (inactivos) hasta los atletas de alto rendimiento.


La tabla siguiente ilustra claramente las necesidades energéticas de los caballos en diferentes niveles de trabajo (10 y 11) :

1. Mantenimiento (Caballo inactivo)

Los caballos en mantenimiento no suelen realizar ninguna actividad física importante y pueden pastar o montar poco de vez en cuando. Estos caballos sólo necesitan la energía suficiente para mantener las funciones corporales básicas, como la respiración, la digestión y el mantenimiento de la temperatura corporal.


Necesidades energéticas: Aproximadamente de 33 a 70 MJ/día de energía digestible, según el tamaño y el metabolismo del caballo.

Para un caballo de 500 kg, las necesidades energéticas diarias serían de unos 70 MJ.

Los caballos más grandes o más pequeños tendrán necesidades diferentes, por lo que deben hacerse ajustes en función del peso corporal.


2. Trabajo ligero (actividad ocasional)

Los caballos de trabajo ligero realizan una actividad física de mínima a moderada, como equitación recreativa, doma ligera o competición de bajo nivel una o dos veces por semana. Estos caballos queman más calorías que los de mantenimiento, pero siguen necesitando una cantidad relativamente moderada de energía.


Necesidades energéticas: Aproximadamente 80 a 90 MJ/día para un caballo de 500 kg.

Los caballos que realizan trabajos ligeros necesitan un 20-30% más de energía que los de mantenimiento.


3. Trabajo moderado (actividad regular)

Los caballos con un trabajo moderado son más activos y participan en ejercicios o entrenamientos diarios constantes. En esta categoría se incluyen los caballos que participan en actividades como el salto de obstáculos, la doma clásica o la equitación de competición. Requieren una mayor ingesta calórica para satisfacer las mayores demandas energéticas de este nivel de trabajo.


Necesidades energéticas: Aproximadamente de 100 a 120 MJ/día para un caballo de 500 kg.

Los caballos que realizan un trabajo moderado suelen necesitar en torno a un 40-60% más de energía que los de mantenimiento.


4. Trabajo pesado (actividad intensa)

Los caballos que realizan trabajos pesados son los que participan en carreras, concursos hípicos, carreras de resistencia u otras actividades físicamente exigentes. Estos caballos necesitan mucha más energía para alimentar tanto su rendimiento físico como su recuperación.


Necesidades energéticas: Aproximadamente de 120 a 150 MJ/día para un caballo de 500 kg.

El trabajo intenso puede aumentar las necesidades energéticas de un caballo entre un 80 y un 100% en comparación con las de mantenimiento.


5. Trabajo muy pesado (caballos de alto rendimiento)

En el extremo superior del espectro energético se encuentran los caballos que realizan trabajos muy duros, como los caballos de carreras de élite, los competidores de resistencia de alto nivel o los caballos militares en servicio activo. Estos caballos necesitan grandes cantidades de energía, y sus dietas deben administrarse cuidadosamente para proporcionarles los nutrientes necesarios sin sobrecargar sus sistemas digestivos.


Necesidades energéticas: Aproximadamente de 150 a 180+ MJ/día para un caballo de 500 kg.

Los caballos de alto rendimiento pueden necesitar más del 100% de energía adicional en comparación con los niveles de mantenimiento.


Proporcionar a los caballos la cantidad de energía adecuada a su nivel de actividad es esencial para mantener una condición corporal saludable, favorecer un rendimiento óptimo y prevenir trastornos metabólicos.

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Buenas prácticas para alimentar a los caballos

1. Alimentar poco y a menudo  


Los caballos están diseñados para pastar durante todo el día, y su sistema digestivo funciona mejor con una ingesta constante de pequeñas cantidades de comida (1). Dos o tres comidas copiosas al día pueden saturar su sistema digestivo y aumentar el riesgo de cólicos. En su lugar, ofrézcale comidas frecuentes y más pequeñas.



2. Proporcionar un acceso constante al forraje


Un forraje de alta calidad debe constituir la base de la dieta de cualquier caballo (1). Asegúrese de que haya heno o pastos disponibles en todo momento, o con la mayor frecuencia posible, para favorecer la salud digestiva y evitar el aburrimiento.


3. Controlar la condición corporal 


Evalúe periódicamente la condición corporal de su caballo mediante un sistema de puntuación que evalúe la cobertura de grasa en zonas clave como las costillas y la cruz. Ajuste las prácticas de alimentación en función de los cambios de peso para mantener una condición corporal saludable (9).


4. Ofrecer agua limpia y fresca 


Asegúrese de que su caballo tenga acceso a agua limpia en todo momento, y considere la posibilidad de ofrecerle electrolitos cuando haga calor o en periodos de ejercicio intenso (1).

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Conclusión

Satisfacer las necesidades nutricionales de un caballo es una tarea compleja, que requiere una cuidadosa consideración de sus necesidades de energía, proteínas, vitaminas, minerales, agua y fibra. Una dieta equilibrada es esencial para mantener la salud, favorecer el rendimiento y promover la longevidad. Comprendiendo estos componentes básicos y adaptando las prácticas alimentarias a las necesidades individuales de cada caballo, los propietarios pueden garantizar que sus caballos prosperen en todas las etapas de la vida.

Referencias

(1) Sociedad Británica del Caballo. (2024, 27 de febrero). Alimentar a los caballos. https://www.bhs.org.uk/horse-care-and-welfare/health-care-management/horse-health/feeding-horses/


(2) Ermers, C., McGilchrist, N., Fenner, K., Wilson, B., & McGreevy, P. (2023). The Fibre Requirements of Horses and the Consequences and Causes of Failure to Meet Them. Animals : una revista de acceso abierto de MDPI, 13(8), 1414. https://doi.org/10.3390/ani13081414


(3) Zynda, H., Mastellar, S., & Share, E. (2022, 4 de marzo). El papel de los macronutrientes en la nutrición equina. Universidad Estatal de Ohio: College of food, agricultural, and environmental science. https://ohioline.osu.edu/factsheet/1023


(4) Williams, C. (2004, abril). Fundamentos de la nutrición equina. Rutgers University: Estación Experimental Agrícola de Nueva Jersey. https://esc.rutgers.edu/fact_sheet/the-basics-of-equine-nutrition/


(5) Investigación equina de Kentucky. (2011, 21 de noviembre). Las vitaminas son importantes en la nutrición del caballo. https://ker.com/equinews/vitamins-are-important-horse-nutrition/


(6) Hiney, K. (2024, abril). Minerales para caballos: Calcium and Phosphorus. Universidad Estatal de Oklahoma. https://extension.okstate.edu/fact-sheets/minerals-for-horses-calcium-and-phosphorus.html


(7) Cruz Azul. (s.f.). Alimentación y abrevado de caballos. https://www.bluecross.org.uk/advice/horse/food-and-weight/horse-feeding-and-watering


(8) Ralston, S. (2021, enero). Necesidades nutricionales de los caballos y otros équidos. Manual veterinario de MSD. https://www.msdvetmanual.com/management-and-nutrition/nutrition-horses/nutritional-requirements-of-horses-and-other-equids


(9) Sociedad Británica del Caballo. (2024, 27 de agosto). Puntuación de la grasa. https://www.bhs.org.uk/horse-care-and-welfare/health-care-management/horse-health/fat-scoring/


(10) Consejo Nacional de Investigación, 2007. Necesidades de nutrientes de los caballos: 6th ed. Washington, D.C.: The National Academies Press. https://nap.nationalacademies.org/catalog/11653/nutrient-requirements-of-horses-sixth-revised-edition


(11) Geor, R., Harris, P., & Coenen, M. (2013). Nutrición clínica y aplicada equina, (1ª ed.). Saunders. https://www.amazon.co.uk/Equine-Applied-Clinical-Nutrition-VitalSource-ebook/dp/B00BGNYKI8


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